28 de enero de 2011

Continuará...

Decir que sigo viva. Llevo un tiempo sin escribir, no por falta de ganas, ni de ideas, sino por falta de tiempo. Estudio un máster en políticas de igualdad y trabajo como trabajadora social, así que se sobre entiende que estoy en época de exámenes y de ajetreo cerrando el año y comenzando uno nuevo. Como el tiempo es una construcción social, me tomo la libertad de restarle importancia al hecho de abandonar por unos días mi blog, para recuperarlo en cuanto mi realidad me lo permita.
Próximamente en vuestras pantallas (y en la mía) nuevos retos a superar, y nuevas trampas misóginas que desenmascarar.
Continuará…

6 de enero de 2011

LA BARBIE ASESINADA

Hace unos días iba andando por la calle de la tierra que me ha visto crecer, que puede ser cualquier pueblo de Mallorca, y de repente miro al suelo y me encuentro con esta imagen:

Me quedé tan perpleja al observar esa situación con tanta carga simbólica, que no pude hacer otra cosa que retratar ese instante. Lo que podemos ver en la imagen es una fuente donde antiguamente las personas del pueblo bebían, incluso posiblemente también lo hacían sus animales. Actualmente sirve como patrimonio cultural más que como abrevadero; por lo que tengo entendido, no corre agua potable por sus tuberías. Debajo de la fuente, medio flotando, se encuentra una Barbie sucia desnuda en una postura un tanto fortuita, con una cuerda rota atada a la cintura.
No puedo dejar de comparar esta situación con la de cualquier persona que se encuentra con el cuerpo de una mujer asesinada. Yo iba andando sin plantearme nada, arreglando el mundo mientras paseaba, y de repente me encuentro ese cuerpo solitario y sin vida. Así le pasa a todas las personas que se encuentran asesinadas a sus madres, hijas, vecinas, primas, hermanas, cuñadas, novias, conocidas, desconocidas… jamás esperan encontrarse en esa situación, nunca se está lo suficiente preparada para asumir psicológicamente un golpe tan fuerte. Peor aún es que la que se encuentre el cuerpo sea una mujer, una nunca puede dejar de identificarse con esa situación, porque víctimas de violencia de género puede ser cualquiera por el simple hecho de ser mujer. No nos engañemos, los cuerpos violados, torturados, degollados y asesinados pertenecen a mujeres que un día estuvieron vivas y cayeron en manos del horror patriarcal más extremo.
La persona que se encuentra con el cuerpo, es una más de las víctimas indirectas de la violencia de género. Y es que puede ser cualquier persona la que se encuentre con esa situación, incluso menores que presencian el asesinato de sus madres y posteriormente se quedan esperando a que alguien los rescate. Y no sólo estoy pensando en las víctimas directas e indirectas de España, pienso en todas las mujeres víctimas de este feminicidio globalizado, de estos asesinatos por diversión que utilizan los cuerpos de las mujeres como meros objetos, de todas esas ablaciones que acaban en muerte por infección. Y sí, he dicho diversión: en Ciudad Juárez el asesinato de miles de mujeres se ha convertido en un deporte nacional, en una tradición machista que consiste en que un hombre o un grupo de hombres sale de marcha, se encuentra mujeres, las secuestra, tortura, viola, y asesina de forma habitual. Lo más terrible es que dichas muertes quedan impunes, ya que los cuerpos de las mujeres simplemente son encontrados por alguien  y metidos en una bolsa; estos asesinatos quedan sin investigar, sin  iniciar un proceso de búsqueda de mujeres desaparecidas o de identificación. Así se encuentran los cuerpos de las mujeres de Ciudad Juárez a día de hoy:
Este sólo es un ejemplo del día a día de esta zona del mundo, pero en cualquier otro lugar remoto del planeta se está lapidando mujeres, mutilando sus cuerpos o anulando sus vidas hasta su muerte. No sorprende que dos de las víctimas que se destacan en este artículo sean mujeres universitarias: a determinados sectores masculinos de la población sigue sin interesarles que las mujeres se cultiven. No les interesa la autonomía femenina, ni su independencia económica, ni que reciban educación. Sólo interesa mantener su poder y sus privilegios a costa de la represión y la violencia, y acaban utilizando dicha violencia como forma de opresión ejemplar hacia las mujeres. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que una violencia de género individual se convierte en una forma de violencia social a partir de que son hombres los que ejercen la violencia contra las mujeres. La violencia de género y el feminicidio se convierten en un mecanismo más de represión y sometimiento social hacia las mujeres, porque el mensaje es directo y claro: cuidado mujeres, que si no cumplís con vuestro mandato patriarcal, esto es lo que os puede ocurrir. Así funciona el mecanismo del miedo. En la noticia que he enlazado lo podemos ver más claro: cuidado mujeres universitarias que educáis vuestras mentes, estáis en el punto de mira de las bandas callejeras, mejor quedaros en casa, así estaréis más protegidas.
En España tengo un ejemplo más directo. La mayoría de mujeres víctimas de violencia de género con las que trabajo, explican que sus maltratadores en muchas ocasiones viendo en los informativos las noticias de asesinatos de mujeres en televisión, las han amenazado de forma ejemplar: “¿ves?  Esto le pasa por no obedecer a su marido. Así acabarás tú si no haces lo que yo te diga” dicen sus maridos o parejas.
Encontrarse cuerpos de mujeres asesinadas puede ocurrir en cualquier parte del planeta, lo único que cambia es el número de mujeres y la cantidad de violencia que se haya ejercido sobre ellas.  Sentémonos un momento y miremos a nuestro alrededor para darnos cuenta de cuántas mujeres son importantes en nuestras vidas y lo mucho que nos afectaría su pérdida de una forma tan absurda y sin sentido.
Revivo el testimonio de una amiga que se encontró a los veintiún años el cuerpo de su madre ahogada dos días después de que su novio la asesinara, pienso en la sensibilidad que me aporta trabajar con mujeres víctimas de violencia de género, recuerdo un documental que vi  hace años sobre el feminicidio en Ciudad Juárez que jamás he olvidado, cuyos cuerpos violentados impunemente aun rondan por mi cabeza. Estos son algunos de los pensamientos que me vinieron a la cabeza, los que asocié a la imagen de una simple muñeca con este drama social como es la violencia de género. En el fondo me alegro de que sólo se tratara de eso, de una simple muñeca.

La Roux

La Roux es un grupo londinense de electropop cuyo primer single publicaron en el 2007, muy influenciado por los grupos de música pop de los años 80: Depeche Mode, New Order, The Cure, Eurithmics, Nick Drake, David Bowie… El nombre del grupo se debe a un juego de palabras, ya que La Roux quiere decir “La pelirrojo” en francés, aunque escrito correctamente sería Le Roux. “La pelirrojo” tiene que ver con la cantante del grupo, cuyo nombre real es Eleanor Jackson.
El grupo, en realidad está compuesto por Eleanor Jackson, la cual toca el sintetizador y es la cantante, y por Ben Langmaid, el co-escritor y co-productor. Explico su historia y destaco este grupo por varios motivos, y el primero de todos es porque me encanta su música y adoro esta canción. La descubrí un día escuchando la radio, me puse a investigar sobre el grupo, y desde entonces sigo prendada de sus creaciones. No podía ser de otra manera, ya que compartimos gustos musicales. Seguí informándome sobre su origen, su historia, sus componentes, y cuál fue mi sorpresa cuando me encontré con la siguiente información: los dos componentes, hombre y mujer, se autodefinen como mitad y mitad, y no un equipo de cantante/productor. Esto quiere decir que la balanza está equilibrada entre los dos, nadie está por encima de nadie, y ninguno de los dos está subordinado al otro. Eleanor es la imagen, la estética, pero el contenido es resultado del trabajo compartido entre ambos. Un grupo de música compuesto por una mujer y un hombre, que reconoce el trabajo de cada una tan importante como el del otro.
Decir que su estética es totalmente coherente con su postura igualitaria en el grupo. La Roux, Eleanor, es una mujer, pero no es la típica mujer joven cantante de éxito que nos venden los medios de comunicación. Ella es andrógina, lleva el pelo corto pelirrojo, viste con ropa de chico y chica, y su cara es neutra. Esto quiere decir que ella no se corresponde a los estereotipos de belleza que vemos cada día por televisión; basta observar el maquillaje que lleva, cuya finalidad no es explotar su ‘sensualidad’, sino prolongar su imagen andrógina ochentera, su sello de identidad. No enseña pechos, ni curvas, ni baila sexy, ni explota su cuerpo para vender su música. De hecho, no queda claro si tiene culo, pecho o caderas, porque en ella esto no es importante. Lo importante es su música y lo que pretende transmitir, no vender miles de CDs a golpes de cadera. No baila,  ni hace gestos morbosos, ni se rodea de objetos eróticos. Ella anda, camina, se sienta, mira fijamente a la cámara, y canta.
La Roux son un claro ejemplo de la existencia de diversidad de mujeres y de relaciones grupales igualitarias. Queda demostrado que en un grupo de música puede haber harmonía entre sus componentes, dando igual el sexo al que pertenezcan, sin mediación de las relaciones de poder tradicionalmente patriarcales. También queda demostrado que Eleanor, una mujer empoderada, puede encabezar un grupo sin necesidad de explotar su cuerpo, su feminidad. Tampoco es necesario caer en el estereotipo de mujer para vender discos, basta hacer música de calidad y reafirmar tus convicciones no sexistas para conseguir lo que te propongas. En definitiva, se puede tener éxito siendo andrógina y no explotada. Espero que la existencia de grupos como este os guste tanto como a mí:

3 de enero de 2011

Mujeres y deporte


El pasado 25 de Noviembre (Día contra la Violencia de Género) se celebró en Palma unas Jornadas sobre deporte y género a las cuales asistí. Aunque en el Consell de Mallorca este departamento es reciente, pudimos ver el trabajo que están realizando, y la verdad es que es muy interesante. Decir que este espacio sirvió para darnos cuenta de la utilidad de la perspectiva de género en el deporte, así como concienciarnos de lo mucho que queda por hacer. Pero lo que más me gustó fue la gran participación del público,  y pude observar como en Mallorca hay muchas personas interesadas en fomentar el deporte femenino en Mallorca. Fue allí donde pude conversar con asistentes como Joan Luis, Presidente y entrenador del Club Pollença de Rugby, así como emprendedor de la empresa Mallorca Tour Esports, la cual enlazo al final de este artículo. Su intención es crear un equipo de Rugby femenino, y todas sus intervenciones fueron dirigidas a resolver el principal obstáculo con el que se encuentra: según los padres y las mismas alumnas, el Rugby es un deporte violento no apto para chicas. Joan Luis hace tiempo contactó con una entrenadora de Rugby para que sirviera de referente para las chicas, una mujer con la que identificarse, y lo consiguió. Pero las resistencias de los familiares a que las chicas practiquen Rugby son muy difíciles de superar, y a día de hoy hay cuatro niñas pendientes de que el quipo se complete para poder jugar en liga.
Por otra parte, ha creado la empresa Mallorca Tour Esports, a través de la cual tiene la intención de fomentar que sean las mujeres las que se animen a contratarlo. Esta empresa fusiona turismo y deporte, y se oferta para todas las personas. Su objetivo es adaptar la oferta deportiva turística a las necesidades o intereses específicos de las mujeres, para que se sientan integradas dentro de las posibilidades de turismo y deporte que se ofrece. Aunque está orientada al turismo internacional, Joan Luis menciona que hay grupos de mujeres de Palma que ya han contratado despedidas de soltera con la intención de practicar deportes de aventura.
Otro ejemplo es en Manacor, un hombre (siento no recordar su nombre) explica que al darse cuenta de que no había básquet femenino en una determinada categoría, decidió emprender y fomentarlo en los colegios y en los institutos mediante promociones. La explicación que le daban en su club es que “no hay mujeres interesadas en practicar Básquet en Manacor”. Actualmente este hombre ya tiene dos equipos, donde antes no había ni una jugadora. Resulta gratificante ver como sigue habiendo personas que luchan por mantener y reactivar algo tan sano como es el deporte en las mujeres.
El deporte, al ser un espacio público históricamente masculinizado, siempre ha pertenecido a los hombres, y a las mujeres se nos ha enseñado y se nos enseña que somos meras aficionadas practicando algo que no nos pertenece. Para empezar a eliminar dichos estereotipos, es necesario ofrecer deporte no androcéntrico, y detectar qué nos interesa a las mujeres encontrar en determinados espacios donde se practica ejercicio. No olvidar que sin referentes de mujeres deportistas con éxito no tenemos con qué identificarnos, y se nos intenta convencer que no podemos aspirar más que al fracaso y a vivir en la sombra del deporte masculino. Por mi parte, aquí os dejo los nombres de grandes deportistas mallorquinas para ir abriendo boca: Marga Fullana (Mountain Bike), Helena Gómez (Gimnasia artística deportiva), Marta LIiteres (Rugby), Nuria Llagostera (tenis).
http://mallorcatouresports.jimdo.com/

1 de enero de 2011

¿Quién lleva los pantalones en casa?

Hace unos días me encontraba sumida en mis pensamientos, cuando me di cuenta de que tenía la mirada perdida y que mis ojos se habían enganchado  una vez más a un punto fijo.  Afortunadamente esta vez no era la cara de alguien, sino las piernas, lo cual me consuela, porque despertar estando despierta mientras llevas diez minutos mirando sin mirar a la cara de alguien, resulta excesivamente violento para mí. Lo que me hizo “aterrizar” en  la cocina de mi abuela, fue más la sorpresa de ver piernas dónde antes sólo se intuían, que cualquier otra circunstancia. De repente, me descubro mirando atónita el trasero de mi abuela mientras cocinaba para cinco, y observo con detalle aquella pieza de ropa que no encaja en el contexto. Posteriormente, confirmo mis sospechas: detrás de ese delantal babero mi abuela lleva, por primera vez que yo sepa, pantalones.
Un acto aparentemente tan insignificante, ponerse pantalones, en cuestión de segundos se convierte en algo cargado de contenido simbólico, de una importancia vital extraordinaria. Y es que fue ella misma la que se delató: al preguntarle por qué había empezado a usar esa prenda, se emocionó de forma contenida, y respondió sin decir nada y diciéndolo todo.
 Mi abuela, a la cual debo mi nombre, tiene setenta y siete años, y hace un año que es viuda de mi abuelo, después de cincuenta y tres años de matrimonio. Desde entonces, ha dedicado su tiempo libre a recuperar viejas amistades -las que se quedaron por el camino mientras ella cuidó durante años a mi abuelo dependiente-  a hacer excursiones, a jugar al bingo, a ir a conferencias, a participar en talleres de memoria, y recientemente a hacer gimnasia. Cosas que durante su matrimonio jamás se le hubiera ocurrido hacer, porque como ya sabemos, la servidumbre femenina no entiende de ocio ni de tiempo libre. A esta edad, está empezando a descubrir qué es cuidar de sí misma, de su cuerpo y de su mente; que es no tener que estar  sometida a la voluntad de los demás, que es convivir sin otro juicio que el de una misma. Se ha tenido que enfrentar a sus miedos y a sus temores, a sí misma y a su historia de vida, a su pasado y a la forma de pensar que ha regido cada uno de sus pasos.
Mientras manipula los alimentos, cuenta que su madre, mi bisabuela, siempre vistió con el traje típico de payesa mallorquina, y jamás se quitó el pañuelo de la cabeza que llevaba siempre anudado debajo de la barbilla. De hecho, la enterraron con el pañuelo puesto. Mi abuela es la primera generación de mujeres de mi familia que dejó de usar el traje de payesa, algo sorprendentemente reciente. Se me ocurrió preguntarle si en su época recuerda haber visto mujeres con pantalones, explicó que no las había, porque las mujeres empezaron a usarlos hace muy poco tiempo. Mencionó mujeres de mi familia, y repasó mentalmente en qué época empezaron a usar pantalones: unas más tarde y otras más pronto, pero siempre casi en la actualidad. Lamento no poder consultar ningún documento sobre historia que contemple las mujeres y sus ropajes en Mallorca, pero sí puedo asegurar que en torno al 1838 en Mallorca había mujeres que llevaban pantalones. Un ejemplo concreto es el de Valldemossa, se llamaba George Sand, una mujer pensadora excepcional, escritora y periodista liberal que residió varios años en Mallorca portando pantalones. Decir que no comparto la opinión de mi abuela: en la historia de Mallorca y en la de mi abuela posiblemente siempre han habido mujeres que han llevado pantalones, pero estas mujeres no estaban lo suficientemente oprimidas y ni eran lo bastante pobres como para cruzarse por su vida.
Pantalón, un trozo de tela confeccionado de una determinada manera, una prenda cargada de contenido cultural asociado al poder masculino, empieza a cobrar importancia a medida que su utilidad y su funcionalidad compensan. Mi abuela no sólo se ha puesto pantalones por primera vez, ha hecho algo mucho más importante que eso: ha renunciado a las faldas que no le permitían hacer gimnasia,  ha redirigido su vida en función de sus necesidades de auto cuidado, ha renunciado a su permanente pensamiento de que las mujeres no debemos llevar los pantalones  y los ha interiorizado hasta el punto de usarlos incluso mientras cocina. Ha tenido la oportunidad de coger las riendas de su vida, empezando por ponerse lo que hasta entonces sólo había llevado su marido: por fin mi abuela lleva los pantalones en casa. 

Lo personal es político

Este un espacio en la red donde mirar, reconocernos y aprender de las experiencias, del conocimiento y del saber de mujeres y hombres que con su actividad en la Red contribuye a abrir fronteras y crear espacios de igualdad y libertad. Es un recurso desde el ciberfeminismo y una iniciativa para experimentar con la autoridad distribuida en la red, con el fluir de una conciencia crítica, feminista, desde diversas perspectivas, haciéndolas circular y con ello promoviendo su visibilidad.
Es un portal abierto, cambiante y relacional, que irá integrando una multiplicidad de voces, incorporando las experiencias vividas desde diferentes realidades y por diferentes personas que intentan construir, con su experiencia individual, una realidad vivible y sin fronteras; de personas que entienden que su vida privada tiene una clara dimensión política y que deciden utilizar la red para proyectar su ideología cotidiana de transformación social, con su estilo de vida propio, promoviendo relaciones igualitarias en lo personal y en lo profesional.